La sequía de los noventas
La década de los años noventa significó una sequía en títulos de liga, pero se ganó en dos ocasiones el campeonato de Concacaf en 1991 y 1993. También se conquistó la Copa Interamericana en 1991 al vencer al Olimpia de Paraguay en el Estadio Azteca, en el festejo del aniversario 75 del club.
En la temporada 94–95 y con la necesidad de un nuevo campeonato, llegó al club el técnico holandés Leo Beenhakker, quien, de inmediato, demostró su calidad como entrenador. Beenhakker dio una nueva cara al América.
Contrató a dos jugadores africanos quienes resultaron una sensación en el futbol mexicano por su habilidad para desenvolverse dentro del campo; Francois-Omam Biyik y Kalusha Bwalya, eran los nuevos símbolos americanistas. A continución mostramos un video del juego contra pumasdonde marcaron Zague, Biyik y Kalusha.

Todo indicaba que ese año las Águilas se llevarían el campeonato, pues el paso era casi perfecto. Las victorias ya eran comunes y las resultados espectaculares: 8–1 al Correcaminos, 7–3 al Morelia, 8–2 al Querétaro y 4–3 a las Chivas del Guadalajara, entre otros. Cuando todo parecía perfecto para levantar el trofeo de campeones, Leo Beenhakker es destituido y, sorpresivamente, América no llega a la final de esa temporada.

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